Organismos internacionales de Inglaterra, Escocia, Francia o Canadá apuestan por este método frente al tabaco
¿Ayuda a acabar con la adicción al tabaco vapear? La duda es pertinente, pero la certeza está clara: los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar el tabaco. Así lo han certificado, en los últimos años, distintos organismos internacionales. Aquí recopilamos los 24 que se han pronunciado a favor de el vapeo como método para dejar de fumar.
World Health Organization (2020): «Hay evidencia concluyente de que la sustitución completa de los dispositivos de liberación con nicotina y sin nicotina por cigarrillos de tabaco combustibles reducen la exposición de los usuarios a numerosos tóxicos y cancerígenos presentes los cigarrillos de tabaco combustibles».
Public Health England (PHE) (2018): «Nuestra última revisión refuerza el hallazgo de que vapear supone una fracción de riesgo que fumar, al menos es un 95% menos dañino y tiene un riesgo insignificante para los que lo usan. Sin embargo, más de la mitad de los fumadores creen erróneamente que vapear es tan dañino como fumar o simplemente lo desconocen».
Royal College of Phisicians (2016): «Aunque no es posible cuantificar con precisión los riesgos para la salud a larglo plazo asociados a los cigarrillos electrónicos, los datos disponibles sugieren que es poco probable que superen el 5% de los asociados con los productos de tabaco para fumar, y podrían ser sustancialmente más bajos que esta cifra… Los cigarrillos electrónicos son eficaces para ayudar a las personas a dejar de fumar».
National Institute for Health and Care Excellence (2018): «La evidencia sugiere que los cigarrillos electrónicos son sustancialmente menos dañinos para la salud que fumar, pero no están exentos de riesgos, muchas personas los han encontrado útiles para dejar de fumar».
British Medical Association (BMA) (2017): «Un significativo número de fumadores está usando cigarrillos electrónicos, y muchos informan que son útiles para dejar de fumar o reducir el consumo de cigarrillos. Existen claros y potenciales beneficios en su uso para reducir los sustanciales daños asociados con el tabaquismo, y un consenso cada vez mayor de que son significativamente menos dañinos que el consumo de tabaco».
Cancer Research UK (2018): «Si bien las consecuencias para la salud a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos son inciertas, la evidencia hasta ahora sugiere que los cigarrillos electrónicos son mucho menos dañinos que fumar (…) También existe una creciente evidencia que sugiere que los cigarrillos electrónicos pueden funcionar con éxito como una ayuda para dejar de fumar. No hay pruebas suficientes para respaldar una prohibición total en interiores del uso de cigarrillos electrónicos, ya sea sobre la base de la normalización de tabaquismo o el daño a los transeúntes/espectadores por el vapor de segunda mano».
British Lung Foundation (2015): «Los expertos han revisado todas las investigaciones realizadas sobre los cigarrillos electrónicos durante los últimos años sin encontrar riesgos significativos para las personas que los usan. Cambiar los cigarrillos convencionales por un cigarrillo electrónico puede mejorar sus síntomas de afecciones pulmonares como el asma y EPOC».
Royal Society for Public Health (2018): «RSPH ha recibido con agrado una nueva revisión exhaustiva de evidencias sobre los cigarrillos electrónicos publicada por Public Health England (PHE). El informe refleja una base de evidencia actualizada que apunta cada vez más en la misma dirección: no solo vapear es al menos un 95% menos dañino que fumar, sino que también ayuda a un número cada vez mayor de fumadores a dejar de fumar».
Action on Smoking and Health UK (2018): «Se ha estimado que los cigarrillos electrónicos son un 95% menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. Existe un riesgo insignificante para los demás como consecuencia del vapor de segunda mano de los cigarrillos electrónicos (…) Se ha evaluado que el riesgo de padecer cáncer por vapeo es inferior al 0,5% del riesgo de fumar. Pero la comprensión pública de los daños relativos a los cigarrillos electrónicos (frente a fumar cigarrillos) ha empeorado con el tiempo y es menos precisa hoy que en 2014».
National Health Service Scotland (2017): «Fumar mata. Ayudar a las personas a dejar de fumar por completo es nuestra prioridad. Actualmente existe consenso en la evidencia de que usar cigarrillos electrónicos definitivamente es menos dañino que fumar tabaco».
Ministerio de Salud de Nueva Zelanda (2020): «El ministerio de Salud considera que los productos de vapeo podrían alterar las desigualdades y contribuir al objetivo de dejar de fumar en 2025. La evidencia sobre los productos de vapeo conlleva un riesgo mucho menor que fumar cigarrillos, pero no están libres de riesgo. Cada vez hay más pruebas de que el vapeo puede ayudar a las personas a dejar de fumar. No hay evidencia internacional de que los productos de vapeo estén socavando la disminución a largo plazo del consumo de cigarrillos entre adultos y jóvenes y, de hecho, puedan estar contribuyendo a ello».
Cancer Society of New Zealand (2019): «Los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco sin humo son menos dañinos que los productos de tabaco».
Royal Australian & New Zealand College of Psychiratrist (2017): «Las investigaciones muestran que el 70% de las personas con esquizofrenia y el 61% de las personas con trastorno bipolar fuman en comparación con el 16% de las personas sin enfermedad mental. Los cigarrillos electrónicos y los vaporizadores ofrecen una manera más segura de administrar nicotina a quienes no pueden dejar de fumar minimizando así los daños asociados con fumar tabaco y reduciendo alguno de los desórdenes de la salud que experimentan las personas con enfermedades mentales».
Royal Australian College of Physicians (2018): «El RACP reconoce que los cigarrillos electrónicos pueden tener un papel potencial en la reducción del daño al tabaco y el abandono del hábito de fumar para los fumadores que no pueden o no quieren dejar de fumar».
German Federal Institute for Risk Assessment (2019): «Según el conocimiento actual, los cigarrillos electrónicos son menos perjudiciales que los productos de tabaco convencional cuando se utilizan según lo previsto».
French National Academy of Medicin (2019): «Es conocido que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que los cigarrillos convencionales (…) Es por tanto preferible que un fumador use cigarrillos electrónicos. Desde 2016, la Autoridad Nacional Francesa para la Salud (HAS) los considera como una ayuda para frenar o reducir el consumo de tabaco por parte de los fumadores. Santé Publique France indica que al menos 700.000 fumadores han dejado de fumar con cigarrillos electrónicos (…) Los fumadores que estén a punto de cambiar a los cigarrillos electrónicos no deberían dudar».
French National Academy of Pharmacy (2019): «La posición «anti-cigarrillo electrónico» de la Organización Mundial de la Salud es incomprensible. El tabaco es responsable de 73.000 muertes en Francia. El cigarrillo electrónico ayuda a las personas a dejar de fumar. Evidentemente, sus componentes son menos nocivos que el tabaco».
Cochrane Tobaco Addiction Group (Cochrane TAG) (2020): «No se han detectado efectos secundarios adversos asociados con el uso de cigarrillos electrónicos (hasta los dos años)».
US National Academie of Sciences Engineering and Medicine (2018): «Si bien los cigarrillos electrónicos no están exentos de riesgos para la salud, es probable que sean mucho menos perjudiciales que los cigarrillos de tabaco combustible».
US Food & Drug Administration (2018): «No hay que cometer errores. Vemos posibilidad en que los productos ENDS, como los cigarrillos electrónicos y otras formas novedosas de suministro de nicotina, proporcionen una alternativa potencialmente menos dañina para los fumadores adultos actualmente adictos que aún desean tener acceso a niveles satisfactorios de nicotina sin muchos de los efectos dañinos que conlleva la combustión del tabaco».
US Centers for Disease Control (2016): «Los cigarrillos electrónicos tienen el potencial de beneficiar a las fumadoras adultas que no están embarazadas si se usan como un sustituto completo de los cigarrillos tradicionales y otros productos de tabaco para fumar».
American Cancer Society (2018): «Según la evidencia disponible actualmente, el uso de cigarrillos electrónicos de generación actual es menos dañino que fumar cigarrillos». Hay que decir que, tras esa declaración oficial de 2018-19, ACS dejó de recomendar los cigarrillos electrónicos como una herramienta para dejar de fumar. La razón que motivó este cambio fue el «uso de cigarrillos por parte de los jóvenes». Sin embargo, su nueva declaración sigue diciendo, «los exfumadores que ahora usan cigarrillos electrónicos no deben volver a fumar». Así que, obviamente, los cigarrillos electrónicos son menos dañinos.
American Association of Public Health Physicians (2011): «Los productos de tabaco/nicotina libres de humo, disponibles en el mercado estadounidense, aunque no están exentos de riesgo, conlleva un riesgo sustancialmente menor de muerte y pueden ser más fáciles para dejar que los cigarrillos (…) Los fumadores que lo han intentado, pero no han podido dejar de fumar utilizando la orientación médica y los productos farmacéuticos, y los fumadores que no pueden o no están interesados en dejar de fumar, deben considerar cambiar o un producto de nicotina/tabaco libre de humo menos dañino cuando sientan la necesidad de disponer de tal producto. Dichos productos incluyen productos farmacéuticos de Terapia de Reemplazo de Nicotina (NRT, por sus siglas en inglés) (…) cigarrillos electrónicos, «y» disolventes, otras formas de rapé húmedo y tabaco de mascar».
Gobierno de Canadá (2020): «Vapear es menos dañino que fumar. Reemplazar completamente los cigarrillos por el vapeo reducirá la exposición a químicos dañinos. Hay mejoras a corto plazo en la salud general si se cambia completamente de fumar cigarrillos a vapear».
Fuente: elespañol.com